Un experimento donde pusimos a prueba el poder del marketing basado en contenidos. Con muchas imágenes espectaculares y ni una sola mesa ni fogón, usamos la Inteligencia Artificial generativa para ponerle a la ciudad la miel en los labios.

La idea era que un restaurante de un universo paralelo se había abierto paso hasta Zaragoza y, aunque técnicamente no se ofrecía a nadie que fuera a comer o cenar, los más curiosos se lanzaban a intentar reservar su mesa en el sitio más extraño que habían visto. 

Recogimos todo en un mini-documental, explicando desde la creación de la marca hasta el inquietante proceso de reservas o las curiosas reacciones que tenía la gente.

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