Empezamos definiendo qué somos y qué nos distingue. Nos conocemos bien antes de proyectar nada al exterior.
Ahora sí, en función del mercado, decidimos qué lugar queremos ocupar y por qué ese lugar es beneficioso para nuestra condición como empresa.
Asentamos las bases de los ideales y conceptos que usaremos para construir nuestra comunicación, las acciones que lanzaremos o el valor añadido de los productos.
Estudiamos, decidimos y pulimos el nombre de la marca en todas sus versiones. Las posibilidades y límites de un buen naming pueden marcar la diferencia.
Trazamos un perfil comunicativo: saber cómo se expresa la marca, qué términos encajan mejor con los valores o cómo usaremos el lenguaje para distinguirnos. Importa más de lo que parece.
La parte más popular de una marca, la que se ve. Creamos un manual de uso de los logos, colores, tipografías y papelería para que tú o cualquiera que use tu marca, sepa cómo hacerlo.
Analizamos la empresa y escuchamos vuestras ideas
Presentamos una identidad de empresa
Bocetamos una imagen de marca
Desarrollamos la marca